Estudio propone estrategia que impulse el desarrollo sostenible de la salmonicultura de largo plazo
La reciente investigación destaca la necesidad de abordar el desarrollo de esta actividad con alto potencial de crecimiento en Chile.
Los académicos del Instituto de Economía de la Universidad Católica de Chile, Raimundo Soto y Hugo Silva, presentaron las conclusiones del Estudio “Externalidades y Regulación de la Industria del Salmón en Chile y el resto del mundo”, que nace a partir de una comparación de las experiencias y regulaciones de otros países líderes en producción de salmón.
Los autores del informe destacaron la necesidad de abordar el desarrollo de esta actividad con alto potencial de crecimiento en Chile con mirada de largo plazo. “Chile es actualmente el segundo productor de salmones en el mundo con una participación de mercado aproximada de 30%. Uno de los principales desafíos que enfrenta el país en este ámbito es estudiar y definir cómo aumentar la competitividad de la salmonicultura nacional para mantener las ventajas comparativas actuales y en armonía con el medioambiente”.
En la presentación del estudio participaron el Subsecretario de Pesca y Acuicultura, Julio Salas, uno de los académicos autores del informe Raimundo Soto; la directora del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral, Sandra Bravo, el presidente de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad, Raphael Bergoeing, y hubo más de 1.000 conectados a la transmisión por DF LIVE.
El Subsecretario Julio Salas sostuvo que “este estudio, así como otros que hemos conocido, aporta diferentes perspectivas y análisis que es importante conocer y contrastar para avanzar en la elevación de estándares para la actividad salmonicultura. Como gobierno, estamos impulsando la coordinación intersectorial necesaria para construir un enfoque de transición justa, que posibilite el desarrollo de una salmonicultura sustentable que gradualmente debe ir saliendo de las áreas protegidas».
Sandra Bravo señaló que el estudio aporta importante información respecto a cómo las medidas regulatorias implementadas por los países productores de salmón han ido evolucionando en el tiempo, con la finalidad de hacer sustentable su operación. “La industria del salmón es una importante actividad económica para Chile y relevante para la zona sur-austral, sin salmonicultura esas regiones se caen. Pero es necesario contar con regulaciones basadas en el conocimiento científico y en la situación local, de tal forma minimizar los impactos generados en el medioambiente y asegurar su competitividad frente a los otros países productores de salmón”, dijo.
Raphael Bergoeing indicó que “el principal desafío de la industria del salmón en Chile es crecer más y mejor, esto es, de manera sostenida y sustentable. Ello exige una adecuada regulación desde el Estado, así como una estrategia privada y de largo plazo que mejore la productividad de la industria”.
*Conclusiones del Estudio
El informe tiene dos ejes: analizar cómo las regulaciones de otros países líderes en producción de salmón han permitido un desarrollo ambientalmente sustentable de la industria y realizar recomendaciones regulatorias a nuestro país. Así evalúa positivamente el aporte generado por la cadena productiva de salmonicultura en Chile y los beneficios que su crecimiento ha traído para los exportadores, productores, proveedores y trabajadores, además de generar empleo, desarrollo económico y social en la macrozona sur y recursos para el Estado.
El estudio realiza un análisis de la evolución de la normativa en países productores de salmón en el hemisferio norte (Noruega, Escocia y Canadá) y lo compara con la actual regulación de la salmonicultura chilena. Se detalla el caso escandinavo, que mediante la experimentación con muchos sistemas distintos en el último medio siglo, ha podido implementar una regulación relativamente simple que permite un rápido crecimiento de la industria manteniendo igualmente exigentes estándares ambientales.
Siguiendo la experiencia internacional, el estudio señala que la actual regulación en Chile requiere un proceso de actualización y plantea concentrarse en cuatro dimensiones:
- Es imprescindible contar con una estrategia nacional de desarrollo sustentable con una visión estratégica de largo plazo que permita la creación de un “cluster productivo y de innovación de alta complejidad”. El sistema actual que regula la operación lleva más de una década funcionando y debe ser actualizado con una planificación estratégica que incluya a los principales actores públicos y privados.
- Para impulsar un crecimiento sustentable y armonizarlo con el control de las externalidades que generan las actividades productivas es fundamental condicionar el crecimiento al buen desempeño ambiental. Esto requiere fomentar el aumento en investigación científica que permita identificar y cuantificar las externalidades negativas de corto y mediano plazo, para luego definir un objetivo medioambiental y condicionar el crecimiento de la industria al cumplimiento de éste.
- La evidencia internacional indica que la sustentabilidad de la industria y el control de externalidades requiere que la regulación sea hecha sobre la base de las condiciones locales de producción y con una sólida base científica respecto de las condiciones oceanográficas y sanitarias en cada locación. Por el contrario, Chile tiene una única regulación aplicable a todas las zonas productivas del país repartidas en más de 78,000 km de longitud de costa.
- Existe un espacio significativo para aumentar la eficiencia productiva, a través de una optimización de la duración de ciclos de producción y descansos, y mayores niveles de flexibilidad para reubicar barrios y licencias. En particular, se podrían aprovechar nuevos lugares que son eficientes con la tecnología actual de producción y expirar licencias ubicadas en sectores poco productivos, junto con la creación de nuevas licencias, que fomente la competencia reduciendo barreras a la entrada.